Mercedes García Sánchez
La imagen sí importa.
Así como se dice que “eres lo que comes”, también eres lo que en apariencia proyectas.
Vestirnos es más que un simple ritual, debemos hacerlo de acuerdo a nuestra edad, ocupación y personalidad, pero sin olvidar que lo más importante es la seguridad que proyectamos, vender una imagen que refleje que creemos en quiénes somos.
Sin necesidad de hablar, nuestra imagen comunica muchísimo. Además de nuestro atuendo, el lenguaje corporal que utilizamos y la forma de hablar y conversarhace que “nos vendamos” en automático. En las relaciones laborales es donde mejor se aprovecha el mercadeo de nuestra propia imagen.
Según Gustavo Domínguez, asesor de imagen de Televisa, para que una persona sea exitosa, además de sus méritos académicos y laborales debe tomar en cuenta esto:
1.- Presencia
2.-Actitud
3.-Proyección
4.-Seguridad
5.-Ser desenvuelto socialmente
Tener presencia no necesariamente implica ser apuesto y/o atractivo, sino estar presentable, imponer con su propio estilo y no olvidar que el porte es fundamental para sobresalir. La actitud es indispensable para cualquier profesión, incluso una buena actitud nos abre las puertas más difíciles, ya que lo transmitimos.
De igual forma la imagen que proyectamos es nuestra tarjeta de presentación, y no es obsoleto el dicho que menciona que “como te ven te tratan”, así que no es necesario invertir grandes cantidades en nuestro guarda ropa y arreglo personal, sino saber hacerlo con estilo propio y proyectar lo correcto de acuerdo a nuestras necesidades sociales y laborales.
La seguridad es nuestro as sobre la manga, eso jamás debe faltarnos,incluso aún y cuando haya momentos en los que no llevemos el atuendo “ad hoc” o desencajemos en el código de vestimenta. Una persona segura dice mucho de sí misma, y puede ser el centro de atención de cualquier reunión, junta y/o evento. Esto te hará ganar muchos puntos, así que confía en ti y en lo que sabes hacer, nunca subestimes tus méritos ni tus fortalezas.
Bien dicen que la clave de todo está en las relaciones públicas, así que si aprendemos a desenvolvernos socialmente tenemos una gran ventaja sobre los demás. De nada sirve vestir correctamente y estar impecable de pies a cabeza si no utilizamos todo esto como un trampolín hacia el networking. Nuestro presente y futuro laboral también dependen de esta función vital en nuestras profesiones.
Combinar todo lo anterior dará como resultando una muy buena venta. ¡Éxito!