Por Mercedes García Sánchez
Todos sabemos coquetear, pero no todos saben coquetear con éxito.
El coqueteo puede ser mucho más que algo divertido, puede ser también nuestro trampolín hacia el éxito en todos los aspectos de nuestra vida.
El éxito depende de comprender el estilo personal de cada uno, traspasando aquello que nos parece imposible o complicado. Coquetear para ganar, no sólo es un término que debamos aplicar en el amor. ¡Aprendamos a coquetearle al éxito!
La autoconfianza es quizá la característica más importante que debe poseer cualquier persona que deseé coquetear con el éxito.
Confiar en nosotros mismos, en lo que somos, en lo que podemos aportar y ofrecer como personas es fundamental para sobresalir y llegar hasta donde el éxito nos está esperando. Las definiciones al respecto son muy variadas, una persona puede ser muy segura de sí misma para unas cosas y no para otras, quizá porque es experto en ciertos temas y/o se le facilitan ciertas acciones que a otros no tanto.
Sin duda la forma en que hablamos, nos expresamos y utilizamos en lenguaje corporal es una escalera que nos permite subir o descender según sea nuestro potencial. El miedo a la burla o al rechazo cuando nos expresamos es casi la primera barrera que cruzamos en este andar.
Hay para quienes las características anteriores no son suficientes y necesitan mostrar a los demsí mismos que confían tanto en su persona y sus capacidades, que sonás y a capaces de hacer cosas extravagantes e incluso involucrar acciones en las que intervengan altas dosis de adrenalina. ¿Quién no conoce a alguien que ame tirarse del bungee, o que sueña con lanzarse en paracaídas de un avión? En efecto, el grado de confianza que cada uno de nosotros tenemos es también un referente que nos guía hacia el éxito.
Coquetear con el éxito no es sólo saber desenvolverse de acuerdo a un manual o unas instrucciones, es perder el miedo al rechazo y aceptar siempre nuestros errores, al igual que nuestras actitudes y cualidades. Hay que reforzar aquello en lo que nos consideramos hábiles y trabajar en nuestras debilidades, sobre todo aquellas que nos generen angustia y preocupación ante la reacción del prójimo.
Debemos dejar de preocuparnos en la reacción que cualquier individuo pueda tener sobre nosotros y sobre nuestro desenvolvimiento. Hay que mentalizarnos en nuestras propias metas y visualizar el éxito como algo tangible y no sólo aspirar a tenerlo, sino pensar que ya lo tenemos en nuestro camino, sólo hay que llegar a él con paso firme y sin truncar nuestro objetivo.
Coquetear es fácil, muchos nacen con facilidad para el flirteo, otros saben que se debe tomar la iniciativa, muchos otros esperan a que una persona dé el primer paso para luego continuar, habrá quien no quiere hacer nada al respecto (sobre todo las mujeres) y espera el éxito o el derrocamiento de quien está aplicando este método. El proceso inicial del desarrollo de cualquier relación es importante para el éxito a largo plazo.
Todos los roles anteriores están definidos desde antaño por nuestra sociedad, pero siempre aplicables al romance. ¿Por qué no aplicarlos para el trabajo? ¿Escuela? ¿Las relaciones públicas, los lazos empresariales? Ser coquetos y exitosos es la mejor combinación. ¡Haz la prueba!