Mercedes García Sánchez
Sentirnos bien depende de nuestra ACTITUD.
¿Te has preguntado por qué estamos hoy aquí? ¿Para qué o por qué?
¿Sirve de algo?
Muchas de las preguntas que con frecuencia nos hacemos no tienen una respuesta absoluta ni 100% acertada, pues cada uno de nosotros interpretamos las posibles (o supuestas) soluciones de acuerdo a cómo percibimos la vida y todo lo que lo nos rodea.
Es probable que donde alguien ve un vaso semi lleno, otra persona vea un vaso semi vacío. Parte de la vibra que emanamos es casi seguro que la recibiremos; por eso es vital hacer un esfuerzo por estar en paz con nosotros mismos, llevar un equilibrio en nuestra vida, e intentar ver de forma positiva lo que en algún momento percibimos como lo contrario. No cuesta nada y ganamos mucho. Es dejar lo pasado como algo que no podemos mover, ver el presente como la oportunidad de mejorar y el futuro como la prolongación de nuestros éxitos.
Es momento de responsabilizarnos por nuestro entorno, aportar a la naturaleza, cuidar de todo aquello que se nos ha brindado sin pago alguno, enseñar a los más pequeños el cuidado de la misma y predicar con el ejemplo; de liberarnos de todo aquello que se nos añade como un obstáculo y superarlo.
El éxito no sólo es dinero y poder, es vivir en armonía con nosotros mismos; sólo así podemos superar esa enorme barrera que desde pequeños se nos impone como añadidura de los retos, regaños y/o reproches…el “no puedes”, “no lo hagas” , “no lo intentes”, “ni se te ocurra” seguro han sido la corona de las oraciones que tenemos grabadas en nuestra mente desde que podemos recordar. Hoy es momento de dar un giro a las viejas costumbres y comenzar a vivir y convivir en armonía.
En general, «armonía» es el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo, y su resultado siempre connota belleza. (Fuente: WIKIPEDIA)
Si no sabes por dónde empezar comienza por tu hogar. Deshazte de todo aquello que no necesitas o no has utilizado en el último año. Dónalo a alguna asociación o fundación e incluso date la vuelta por colonias de escasos recursos. ¡Verás muchas caras felices! Anima a tus amigos (as) a hacer lo mismo y verás que el esfuerzo fue mínimo y la satisfacción inmensa.
Únete a las campañas de tu comunidad sobre responsabilidad social, seguro habrá muchas en las que puedas apoyar, desde ser voluntaria para limpiar el parque hasta cooperar aleccionando a los vecinos sobre el reciclaje y/o el cuidado de las plantas y árboles.
Si lo que te gusta es más el trato humano y te dan ternura los ancianos, no dudes en inscribirte como voluntaria en algún asilo. Ellos necesitan mucho apoyo, y no sólo económico, ir a leerles un cuento cada semana y/o platicar con ellos generará muchas caras alegres, sobre todo la tuya. No está por demás decir que en todas las ciudades hay orfanatos y casas que refugian niños y muchos a mujeres) que han sido maltratados y abandonados. Todos están en espera de salir de la cotidianidad y de ver caras distintas que les alegren los días. ¡Es nuestra oportunidad de devolverle a la vida un poquito de las muchas dichas que nos ha otorgado!
Actividades como la yoga, practicar la meditación e incluso leer, pintar, la música, entre otros, nos ayudan a recrear nuestra mente y nos ayudan a estar más en contacto con nosotros mismos, a equilibrar nuestras actividades diarias y sentir paz.
Así que ya no hay pretextos para quejarnos y pensar que sólo el gobierno debe actuar para mejorar nuestra sociedad. Comencemos a armonizar el mundo desde nuestro hogar y seguro que esa semilla que hoy sembramos generará muchos frutos a futuro. ¡El principal beneficiado serás tú!
“Vivir en armonía con el universo es vivir lleno de alegría, amor y abundancia».
Shakti Gawain